La vida de Homero es una mezcla de leyenda y realidad, son varias las vidas de Homero que han llegado hasta nosotros, y muchas historias que hay que hablan sobre el, hay una muy famosa en la que dicen que homero era un ciego poeta y que pudo haber nacido en cualquier localidad de la Antigua Grecia, también cuentan que fue presentado como hijo de una huérfana seducida, de nombre Creteidas que le dio luz en Esmirna conocido como Melesígenes.
Sobre su muerte hay un gran misterio de acuerdo con documentos históricos del siglo V a.C., el murió en la isla de Ios.
Es un gran misterio para los investigadores Homero porque por mas que saquen informacion de él, no saben si es cierto ya que es una historia que no se ha logrado resolver.
OBRAS DE HOMERO
Ahora voy a hablaros un poco de una de las obras mas populares de homero
La Iliada es un episodio que habla sobre la guerra de Troya, en las paginas del libro los diose y los héroes actúan y luchan con una impresionante grandeza.
En el texto podemos observar como el papel masculino tiene todo el poder sobre la mujer y que no le importa nada, si su esposa, se puede quedar viuda, ya que el va a la guerra a luchar por los suyos.
Yo veo que ni su hijo ni su esposa pueden impedir que no vaya, aunque el espera que su hijo sea mucho mejor que su padre y le ruega a los dioses que sea asi.
También se puede observar la esclavitud que hay en el texto ya que le dice a su esposa que vuelva a casa a ocuparse de las labores del telar y la rueca y que ordene a las esclavas que sigan trabajando para ella.
Aquí os dejo un fragmento de la obra la Iliada y es el dialogo entre Andrómaca y Héctor.
PRÍAMO SUPLICA A AQUILES QUE LE DEVUELVA EL CADÁVER DE SU HIJO
- Acuérdate de tu padre ¡oh, Aquiles igual a los dioses! De mi edad es él y se halla en el umbral fatal de la vejez. Quizá durante tu ausencia le opriman sus conciudadanos, y no tiene a nadie que le aparte el ultraje y la desdicha; pero al menos sabe que estás vivo, y se regocija en su corazón, y todos los días espera ver a su hijo de regreso de Ilión. Pero yo, ¡desdichado de mí! que en la gran Troya engendré a hijos irreprochables, aún no sé si me queda alguno. Cincuenta tenía cuando llegaron los aqueos. Del mismo seno salieron diecinueve, y en mis moradas parieron a los otros diversas mujeres. El impetuoso Ares ha roto las rodillas de la mayoría de ellos. Sólo uno defendía a mi ciudad y a mis pueblos, Héctor, a quien acabas de matar cuando combatía por su patria. Y por él vengo a las naves de los aqueos; y para rescatarle te traigo presentes infinitos. Respeta a los dioses, Aquiles, y acordándote de tu padre, ten piedad de mí que soy más desdichado que él, pues me he visto obligado a hacer lo que no hizo en la tierra ningún hombre, a acercar mi boca a las manos del que mató a mis hijos.
(...) Mirándole con ojos sombríos, le contestó Aquiles el de los pies veloces:
- Anciano, no me irrites más. Sé que debo devolverte a Héctor. Por Zeus me ha sido enviada para prevenirme la madre que me engendró, hijo del Anciano del mar. Y sé también, Príamo, y no pudiste ocultármelo, que a las naves de los aqueos te ha conducido uno de los dioses. Por muy joven y valiente que sea un hombre, ninguno hubiera osado venir hasta el campamento. No habría escapada a la guardia ni levantado fácilmente las barreras de nuestras puertas. No despiertes los dolores de mi alma. Aunque en mis tiendas te recibí como a quien viene en son de súplica, temo, anciano, violar las órdenes de Zeus y matarte.
Este texto pertenece al canto de la Ilíada, que es el cierre de la obra y se puede observar que termina con los funerales de Héctor, también se ve que a Aquiles le da pena el anciano ya que le recordaba a su propio padre y finalmente entrega el cadáver de su hijo.
ESCENA EN LA PELÍCULA DE TROYA
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