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viernes, 2 de marzo de 2018

PETRARCA


Cuando me paro a contemplar los años
que han esparcido huyendo mis pensamientos,
y apagado el fuego donde helándome ardí,
y acabado el descanso de mis afanes,
rota la fe de los amorosos engaños,
y en dos partes todo mi bien dividido,
una en el cielo y otra en la tierra,
y perdido el provecho de mis daños,
en mí vuelvo, y me encuentro tan desnudo
que siento envidia por cualquier extrema suerte:
tanto dolor y miedo de mí tengo.
¡Oh mi estrella, oh Fortuna, oh Hado, oh Muerte,
oh para mí siempre dulce día y cruel,
como me habéis puesto en tan bajo estado!






Fue un poeta renacentista italiano; nos explica cómo se siente, cómo hacia Safo pero él lo hace más directamente. Petrarca quiere que tú pienses a que se refiere en el poema, deja que piense cada uno lo que quieran.
Usa mucho la introspección que es una observación que una persona hace de su propia conciencia o de sus estados de ánimo para reflexionar sobre ellos.
Es un soneto porque tiene 2 cuartetos y 2 tercetos, es de arte mayor con versos endecasílabos y rima consonante.
Recuerda cómo se sentía por culpa de una persona (línea 5).
Ya no tiene fe, desea la muerte porque le está doliendo mucho y dice que que suerte los que se están muriendo y padeciendo (línea 10).
Safo decía lo que sentía indirectamente, pero Petrarca dice que tiene miedo directamente (línea 11).
En los dos primeros versos hay un encabalgamiento, y en el tercer verso hay una antítesis y una paradoja. En el verso 10 hay una hipérbole y en el 12 hay una personificación y una enumeración.

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